La municipalidad de Saavedra ha colocado señalética advirtiendo a los turistas y visitante en el tradicional Mirador de Puerto, lugar privilegiado para disfrutar de la puesta de sol. Este hermoso lugar, está amenazado en la estructura de su suelo, se puede apreciar el desnivel que ha ocasionado su agrietamiento.
Se puede leer “Por razones de seguridad, pedimos a vecinos, vecinas y turistas, abstenerse de visitar el cerro Maule, debido a socavamientos que hacen peligroso el acercamiento” es aviso que pone en alerta a los paseantes.
Y continua el aviso en redes sociales de la municipalidad de la costa “Estaremos entregando toda la información que emane de las autoridades; mientras tanto, agradecemos difundir y compartir esta información, por la seguridad de todos y todas”.
Ya el año 2011 se había realizado un estudio geológico, para conocer qué lugares de La Araucanía presentaban potenciales riegos. Este estudio fue encargado por las autoridades de la época, del Ministerio Vivienda y Urbanismo. Esto motivado por el terremoto sufrido el año 2010.
El estudio, a nivel regional, mostró las localidades con eminente peligro de deslizamiento de tierra o derrumbes. En esta situación se encontraba Puerto Saavedra.
Ya se instruía, en esos años, al Gobierno y a los municipios a iniciar el estudio de medidas de mitigación ante la posibilidad de un colapso en un sismo de alta magnitud.
También es oportuno recordar la investigación realizada por el estudiante de la Universidad de La Frontera Cesar Salazar, en publicación realizada por el Diario El Informador en junio de este año, lo que nos permite entender el fenómeno que afecta al cerro Maule, donde se encuentra el Mirador.
“En su conjunto, los resultados obtenidos han permitido establecer que los desplazamientos máximos ocurren bajo periodos de precipitaciones prolongadas, pero de menor intensidad, condicionados por una falla detectada en el terreno y que surge tras el terremoto del año 2010. «Estas discontinuidades tienen una gradualidad creciente hacia el borde del acantilado y una clara alineación con el borde de la carretera que une Cerro Maule con Boca Budi, la cual se ha desprendido parcialmente», explica César Salazar.
«Lo anterior –detalla el estudiante- genera un precedente de lo que podría estar produciendo los procesos de remociones en masa, ya que este tipo de discontinuidades actúan como superficie de falla. Además, juegan un rol importante en los deslizamientos, ya que actúan como conductores de agua, lo que produce el aumento en las presiones de poro, disminuyendo los esfuerzos resistivos. Por otra parte, el agua al hacerse presente dentro de la junta produce meteorización de sus paredes, debilitándolas y permitiendo que se depositen materiales blandos dentro de la falla».
En otras palabras, las condiciones geológicas y geomecánicas se potencian con las precipitaciones, lo que hace aumentar el peso de la ladera, disminuyendo los esfuerzos resistentes. En este punto, los resultados del modelo numérico evidencian pequeñas deformaciones sobre las grietas encontradas en terreno, las que finalmente podrían llevar al colapso por acumulación de esfuerzos, causando caídas repentinas de material”.