La historia conocida por los vecinos mayores de Nueva Imperial relata sobre un comerciante, robusto, conocido como “El guatón de la fruta”. Según cuentan, fue el primer dueño del terreno céntrico de la ciudad antes de ser conquistado por los minoristas de La Playita, actuales ocupantes del recinto. En ese entonces el predio era baldío y solo había una palmera.
El hito que cambió la vida de los comerciantes fue la habilitación del sitio perteneciente al recordado mercader. Ese espacio albergó a 55 familias dedicadas al comercio callejero que trasladaron sus puestos de trabajo al actual recinto ubicado en calle Vicuña Mackenna de Nueva Imperial.
Paso decisivo
La idea de disponer el terreno para los locatarios provino del exalcalde Oscar Henríquez, quien el año 1996 empatizó con vendedores de la intemperie y los reunió a todos por primera vez en el Liceo Luis González Vásquez con el fin de buscar soluciones tendientes a optimizar sus condiciones laborales.
Desde la apertura, el 7 de octubre de 1997, los mercantes arrendaron la propiedad hasta el año 2002. En esa época, a través de una compra comunitaria, se convirtieron en los dueños del terreno, situación que redujo el número de comerciantes a 33, puesto que no todos lograron reunir los recursos para la adquisición.
Según los dirigentes, el municipio gobernado por Henríquez contribuyó económicamente con los gastos de construcción de la estructura y los arriendos.
Proyectos
Los comerciantes de La Playita son conscientes de que sus principales clientes son las personas del campo. Por eso, con gentileza, abren sus puertas desde muy temprano. “Aquí encuentran ropa y calzado, tejidos, yerbas medicinales, costuras, cosmetología, peluquería, verdulería y al estar regularizados podremos ofrecer otros servicios, aspirar en la gastronomía y concretar nuestros sueños”, cuenta Clementina Oliva (58), vicepresidenta y locataria de la Boutique de peluquería y podología.
Hoy la directiva anhela un proyecto más ambicioso que cambie el rostro del centro comercial. “Todas las autoridades están de acuerdo en mejorar La Playita (…) Hemos conversado con los concejales, planteado nuestra idea y están interesados en dar otro realce”, manifiesta Martin Lincovil (52), fundador, presidente y locatario del local de ropa y calzado de La Playita.
El interés de incorporar nuevos servicios y obtener un lugar pintoresco es solicitado por todos. “Estamos a una cuadra de la plaza principal, hay un Cesfam al frente de La Playita, somos céntricos, entonces tenemos que cambiar la imagen del lugar, pero como somos un lugar privado ha sido difícil recibir ayuda económica”, dice Clara Curin (67), secretaria y locataria de bazar y paquetería.
Las intenciones de los vendedores son conocidas por las autoridades de la comuna, sin embargo, reconocen que aún hay barreras para conquistar esas metas. “Para poder postular a un proyecto mayor se necesita que los comerciantes tengan el permiso de edificación que no tienen. A través de un ingeniero se hizo una evaluación de todo lo que les falta para que el permiso de edificación sea aceptado”, afirma Nelson Mella Salazar, director de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Nueva Imperial
Respuesta
En octubre, La Playita celebrará 21 años de existencia. Sus locatarios siguen organizados y con un sistema de acciones para mantener el recinto mediante postulaciones a proyectos gubernamentales para corregir deficiencias estructurales.
Nelson Mella asegura que el siguiente paso es regularizar el permiso de edificación lo cual permitirá acceder a un proyecto más integral. “Colaboramos en evaluar todo lo que les está faltando para que tengan su permiso de edificación (…) Estamos comprometidos en seguir ayudando, hay carpeta confeccionada por el ingeniero constructor del municipio y dentro de estos días se entregará a la directiva”.
Una vez entregado el informe técnico, los locatarios de La Playita podrán priorizar las necesidades, invertir y regularizar el permiso de edificación que tanto ambicionan para ser definitivamente el punto de encuentro sociocultural en Nueva Imperial.
Martín Lincovil, fundador, presidente y locatario del local de ropa y calzado de La Playita
Clementina Oliva, vicepresidenta y locataria de la Boutique de peluqueria y podología
Clara Curin, secretaria y locataria de bazar y paquetería
Comité La Playita