Este cambio de gabinete retrasado por la caída a última hora del nombramiento del Subsecretario del Interior PC que asumiría en reemplazo de Manuel Monsalve, debido a sus graves expresiones y ataques previos contra Carabineros, además de ser una provocación, demuestra la falta de prolijidad e improvisación absoluta del gobierno en este acto solemne.
Sí es positivo que el Subsecretario Monsalve se mantenga en su cargo, ya que es una persona que ha hecho bien su trabajo y con quien se puede dialogar.
Lamento que en Interior haya quedado Carolina Tohá, considerando su actuar anterior, ya que como alcaldesa de Santiago no estuvo dispuesta a enfrentar a los violentistas que partieron tomándose y destruyendo los colegios públicos en esa comuna y que hoy están en condiciones deplorables. Ella nunca se hizo cargo ni asumió su responsabilidad en lo ocurrido
Además, ella fue rostro del apruebo y se jugó completamente por el texto constitucional que fue rechazado con holgura el domingo pasado y que tendrá que relacionarse con La Araucanía, una región donde el rechazo alcanzó casi el 80%. Además, tiene un juicio de cuentas de la Contraloría por 300 millones de pesos cuando fue alcaldesa, que aún se mantiene abierto y que le podría generar otro problema al Ejecutivo.
A su vez, confío en que Ana Lya Uriarte tenga un buen desempeño en la Segpres y pueda retomar las buenas relaciones con el Congreso, que quedaron muy afectadas con el ministro saliente Giorgio Jackson, quien tuvo un pésimo desempeño, y que recibió un incomprensible premio de consuelo al irse a Desarrollo Social.
Con todo, pareciera que el gobierno no entendió el mensaje de las urnas del domingo pasado y no está dispuesto a hacer una autocrítica al respecto. La señal que espera el país de que el Ejecutivo modere sus posturas y deje de lado la sobreideologización y la arrogancia, no ha sido acogida.
