Como una jornada ejemplar y emotiva fue evaluada la celebración del We Tripantü, organizada por el Microcentro Educativo We Newen en el Centro de Salud Intercultural Boroa Filulawen. La actividad recibió el apoyo de la Oficina de Protección de los Derechos de los Niños (OPD) y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA Previene) de Nueva Imperial.
Desde muy temprano, el jueves 21 de junio, llegaron las delegaciones de las escuelas San Antonio de Quilaco; Enrique Tenorio de Ralipitra; Santa Elena de Laurel Boroa; José Abelardo Núñez de Codihue; Puel Mapu de Ranquilco y de la Escuela de Cudico, todas de la comuna de Nueva Imperial. El programa consideró un Lellipun, ceremonia religiosa que fue encabezado por el longko del lof Filulawen Silverio Colimil. Después se dio paso a un trafkintu donde más de 60 niños intercambiaron plantas nativas, artesanías y comidas tradicionales mapuche.
Posteriormente tuvo lugar el ayekan donde cada escuela pudo mostrar expresiones artísticas relacionadas con la cultura mapuche, destacando la danza y el canto en mapuzungun. Para finalizar, la compañía de teatro Kimeltun entretuvo a los niños, apoderados, dirigentes y funcionarios del Centro de Salud presentes, quienes tuvieron la oportunidad de acercarse al conocimiento mapuche de una manera lúdica y alegre.
Organización
Evelin Huenuqueo, en representación del Microcentro We Newen, agradeció las gestiones realizadas por el Centro de Salud Boroa Filulawen, OPD y SENDA Previene de la Municipalidad de Nueva Imperial, ya que la actividad fue bien organizada y los niños la disfrutaron, que es lo más importante, señaló la profesora. Por su parte, Andrea Lagos, coordinadora de la OPD, expresó su alegría por el trabajo conjunto desarrollado e indicó que seguirán apoyando las actividades sociales y culturales del microcentro así como del territorio de Boroa. “El próximo semestre queremos organizar el Consejo de Infancia Mapuche en Boroa”, agregó.
Al cierre del Trawün, Sergio Bizama, director de la Escuela de Quilaco, invitó a los asistentes a participar de un contundente y sabroso mizawün que permitió a los niños compartir los alimentos que trajeron desde sus hogares.
