La fidelización del cliente es un proceso que pretende fortalecer la relación entre las huerteras y sus clientes, con el fin de conseguir que quienes hayan comprado y/o consumido productos de la Canasta vuelvan a hacerlo.
Una nueva estrategia de promoción de Canastas, a través de la visita de un cliente a la huerta de una de las socias, han implementado las Mesas de Mujeres Rurales Lumaco, Nueva Imperial, Toltén, el grupo “Pu Zomo Lafken Mapu” de Carahue y el grupo “Budi Mapu” de Saavedra que participan en el proyecto «Canasta de la Puebla a la Mesa: patrimonio agroalimentario y comercialización online en tiempos del COVID-19”, el cual es financiado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a través del concurso “Chile Compromiso de Todos”, año 2021, Línea Fundaciones y Corporaciones.
Durante la visita las socias compartieron con las/os clientes su opinión respecto a las ventajas que tiene el consumir verduras y/o productos provenientes directamente de sus huertas, a través de la Canasta, en donde concordaron respecto de la gran ventaja nutricional que estos tienen ya que “la gente sabe lo que está comprando, pues estamos consumiendo productos libres de químicos, pesticidas y hormonas por lo que son mucho más saludables y de una calidad nutricional mucho mejor para el consumo humano, resguardando aún más su sabor y duración, lo cual hace valorar aún más su procedencia”, señaló Renato Cayuqueo, cliente de la Mesa de Mujeres Rurales de Lumaco.
Respecto de la importancia de utilizar estos productos frescos y libre de agroquímicos en sus cocinas, las/os clientes recalcaron “que la alimentación es la base para tener una buena salud”, por lo que sus familias prefieren consumir estos productos por su rico sabor y la duración que tienen. Relevaron también la importancia del trabajo de las mujeres rurales al momento de producir sus verduras ya que, además de no utilizar agroquímicos, también respetan el ciclo natural del producto manteniendo así toda su capacidad nutritiva, a diferencia del manejo “acelerado” de los productos elaborados de manera industrializada.
En términos económicos todas/os las/os clientes coinciden en que están cancelando un precio justo por la Canasta, lo cual también les permite apoyar las economías locales a través de la compra directa a las productoras, sin intermediación. Paola Moncada, clienta del grupo de mujeres rurales Pu Zomo Lafken Mapu de Carahue, indicó que: “Las mujeres rurales presentan desigualdades sociales y económicas, sin embargo, esta iniciativa ha permitido fortalecer la autonomía económica de las mujeres rurales, visibilizando el trabajo del mundo campesino en su contribución a una alimentación saludable y a la Agroecología. Hoy es cada vez más creciente la demanda de los consumidores por poder acceder a productos saludables, el cual no ha sido un mercado suficientemente explorado en nuestra región, tenemos mucha comercialización de productos, pero no instancias como ésta”.
Rocío Rodríguez, clienta de la Canasta del Grupo Budi Mapu de Saavedra, respecto de su opinión sobre el proyecto Canasta de la Puebla a la Mesa, señaló que: “Es un proyecto innovador, potente en términos de que las mujeres se organizan entre sí, porque la organización es clave para salir adelante, apoyándose unas con otras en la entrega de las verduras a la Canasta. Ojalá que más mujeres de la comuna pueden organizase de esta manera ya que, una manera de empoderarnos, es cuando nos organizamos como mujeres”.
Las Mesas de Mujeres Rurales de las comunas de Los Sauces, Lumaco, Nueva Imperial, Toltén y Pitrufquén, y las organizaciones de Carahue y Saavedra, iniciaron sus procesos de venta la primera quincena de noviembre, por lo que les invitamos a estar atentos a sus redes sociales y de ONG CETSUR, a través de las cuales se irán informando las fechas de venta de sus Canastas.