En conversación con El Informador, José Manuel Rojo Edwards, ratifica su vocación para ser el candidato a gobernador regional de Chile Vamos en las próximas elecciones del 2020.
Tras aceptar la propuesta, realizada por Renovación Nacional, de ser uno de los potenciales postulantes, el “Rojo” comenzó una ronda de recorridos en las comunas de La Araucanía y la Costa también ha formado parte de su itinerario, pues asegura mantener estrechos lazos con los habitantes.
¿Qué lo motivó a emprender esta nueva aventura política?
Esta vez hay una oportunidad de defender cien por ciento a la Región, ya que el gobernador será el jefe del ejecutivo regional, cosa que no sucede en el caso del intendente, porque es nombrado por el Presidente de la República. Por lo tanto, ahora el gobernador se va deber a su gente.
Además, yo tengo mucha cercanía con las personas, especialmente con la Costa, que pretendo mantener.
¿Cree que su candidatura puede concitar el respaldo de los partidos de la derecha?
Hoy por hoy hay excelentes candidatos en Chile Vamos, pero yo tengo ciertas ventajas. Una de ellas es que ya he ganado elecciones con excelentes votaciones y creo ser el más conocido del sector para ser candidato y cuando hablo de sector, también hablo de José Antonio Kast.
Considero que cuento con una buena reputación y que es posible que haya un acuerdo en torno a mi candidatura, pero obviamente eso se verá en el tiempo.
En las últimas elecciones parlamentarias usted compitió fuera de la coalición. Además de la derrota ¿qué consecuencias políticas tuvo?
En la elección pasada hubo tensiones que hoy día ya no existen. No hay ninguno de los elementos que crearon las tensiones del pasado. Y, por lo tanto, va a ser más trabajo de cada uno de nosotros de aunarnos de manera completa.
¿Cómo articulará la campaña con los candidatos municipales?
Va a ser una candidatura conjunta. El gobernador será el candidato “paragua” del sector. Por lo tanto, en todas las comunas tiene que haber una collera. Debe haber una collera con el candidato a alcalde de Nueva Imperial y de Carahue.
El trabajo tiene que ser cien por ciento conjunto tanto con los alcaldes como con los concejales.
¿Cuáles van a ser sus ejes programáticos?
Yo diría que hay tres ejes programáticos que están más o menos consensuados. El primero es un eje regionalista, por cuanto las competencias del gobernador deben ampliarse. Hoy las competencias son muy pocas y están basadas solamente en los ministerios de Vivienda, Economía, Transporte y Desarrollo Social.
El segundo es asegurar y trabajar por el cumplimiento fiel del plan Impulso y el tercero es el diálogo por la paz. El diálogo político debe hacerse en la Región y para eso también, como acá hay problemas de violencia, el orden público tiene que tener alguna relación con el gobernador regional que hoy no la tiene, porque no es de las competencias que se le está traspasando.
También tenemos que fomentar la existencia de polos de desarrollo, de ciertas industrias que nos puedan traer progreso material y espiritual.
A su juicio ¿cuáles son las principales necesidades que hay en la Costa?
Acá hay un problema de acceso a la salud que tiene que resolverse de mejor manera. También hay dificultades económicas, porque no se están creando condiciones para inversión privada y dependemos cien por cierto de la inversión pública y eso no puede ser. Cuando usted analiza las cifras de crecimiento regional, es cierto, ha habido más crecimiento regional, pero se ha hecho en base a inversión pública, lo cual no es sustentable.
Estamos viendo crecientes problemas con educación. La instalación del Servicio Local hoy ha sido una problemática que ocurre porque los recursos son administrados de manera central.
Tras los incendios del verano las comunidades mapuche acusaron que la presencia de forestales son un “caldo de cultivo” para generar ese tipo de desastres. ¿Cómo abordará el tema forestal en un eventual gobierno?
Las forestales tienen que ser mejores vecinos. La Región no tiene por qué estar arreglando los caminos para que los revienten después de un tiempo, pero, por otro lado, cuando hay un bosque se puede quemar, pero el más culpable de eso es quien prendió el fuego. No puede seguir esa cuestión de que tengamos que tiritar porque viene el verano y porque nos van a quemar la mitad de la región.
Yo entiendo que los incendios de acá no estuvieron relacionados con la violencia y por eso quiero separar las cosas, pero en otras partes los incendios fueron producto de la violencia.
¿No es partidario de expulsar a las forestales?
Yo lo que quiero es que lo hagan bien. Podemos racionalizar recursos, pero no estoy de acuerdo en decir se vaya una de las pocas industrias que tenemos. A mí me gustaría, por ejemplo, tener una planta celulosa mapuche en Imperial.
El problema no es la actividad en sí, el problema es la forma en que se lleva a cabo la actividad. Yo quiero más actividad forestal. No quiero decir que bajo el formato actual haya más bosques, no me entienda así. Yo quiero más actividad económica.