Por: Francisco Huenchumilla Jaramillo, Senador
Frente a las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias del 2025, la Democracia Cristiana tiene que resolver varios dilemas. El más importante de ellos es definir su futuro y su identidad frente al país, respondiendo a la pregunta: ¿Qué es la DC hoy, en el siglo 21? ¿Cuáles son sus ideas respecto del país y del mundo? Para que la ciudadanía sepa distinguir qué es exactamente este partido, y qué ofrece respecto de la conducción del Estado en materia política, en la economía, y en la seguridad.
Es evidente que la Democracia Cristiana no ha logrado en los últimos años responder a estas interrogantes, y por ende, que no cuenta con una cuestión elemental, cual es mostrar su identidad frente al electorado; en cambio, basa su subsistencia solamente en la fuerza de sus figuras individuales, para mantener una cierta adhesión ciertamente a la baja. Cuestión que se repite manteniendo, aún, una cierta fuerza territorial en las elecciones más locales.
Los paradigmas en el pasado, que nos hicieron grandes en un mundo diferente, hicieron posible con Eduardo Frei Montalva el único gran cambio estructural del país en el siglo XX. Pero hoy vivimos otra realidad, con un mundo globalizado, con nuevas tecnologías; con el capitalismo –sin competidores en el horizonte– que se ha impuesto en todos los rincones del planeta, y donde grandes estados como China y Vietnam, inspirados en el marxismo –vaya qué paradoja– han adoptado la economía de mercado, mantenido el control político mediante el centralismo leninista. El cambio climático, por su parte, amenaza la viabilidad del mundo; y culturalmente vivimos la diversidad y el pluralismo.
Junto a la producción –nunca vista en la historia de la humanidad– de bienes y servicios, hay millones de hombres y mujeres, de niños y de ancianos, sumidos en la pobreza, todo cruzado por las inmensas desigualdades entre grupos sociales, países y territorios. Y en medio de este consumismo brutal y del poder del dinero, el hombre no encuentra la felicidad: por el contrario, se enfrenta a las angustias, a las soledades, a las enfermedades y al individualismo.
Nuestra matriz fundamental doctrinaria sigue siendo el cristianismo, que, a pesar de todos los cambios que ha tenido este mundo, es la respuesta paradigmática respecto de la igualdad de todos los seres humanos en origen, en dignidad y en destino; con un sentido espiritual acerca de nuestra existencia, respecto de quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Nuestras carencias están por dar una nueva respuesta, con un proyecto político de acuerdo con las necesidades, requerimientos y problemas del mundo de hoy, distinto al mundo del pasado.
Creo que es necesario contar con algunos hitos centrales de lo que pensamos, para después desarrollarlos en su concreción y en los detalles.
No pretendo ser original, pero me permito mencionar alguno de ellos.
1. Necesitamos un país libre y seguro.
Para ejercer nuestra libertad debemos tener seguridad. Si las personas se sienten inseguras en la ciudad, en el barrio y en sus casas, no pueden vivir su vida con libertad; por ello, la primera obligación del Estado es que la gente se sienta segura. Hoy en día Chile vive un grave problema de seguridad, porque ya no es la delincuencia habitual del pasado; hoy estamos viviendo otros fenómenos, que han puesto en cuestión la seguridad del país y de las personas. Por eso necesitamos utilizar todas las potencialidades del Estado en todas las etapas de la prevención, de la investigación y de la sanción, con apoyo político, más el financiamiento y el equipamiento correspondientes. El Estado debe desplegarse a lo largo del territorio, y para eso, es fundamental contar con el apoyo ciudadano a través de los gobiernos locales. Tenemos que recuperar el control de la migración.
2. Necesitamos una buena formación, educación y cultura para toda la vida.
Para nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes necesitamos buenas escuelas, con infraestructura moderna y digna, con profesores y personal bien formados y remunerados. Desde el jardín infantil hasta la universidad. Con un sector público potente, y un sector privado colaborador, abierto a todos los sectores sociales.
3.Necesitamos una economía que genere bienestar para todos.
Esto significa prosperidad para todos. Un crecimiento económico sostenible; apostamos a un sector PYME fuerte. Nuestras pequeñas y medianas empresas deben ser el corazón de nuestra economía; promovemos una actitud social positiva hacia el espíritu empresarial y el emprendimiento. Las pequeñas y medianas empresas, los oficios, las empresas familiares y dirigidas por sus propietarios, los proveedores de servicios, los trabajadores independientes y los artesanos; las profesiones liberales, la agricultura, el turismo, la gastronomía y el comercio minorista deben tener un importante papel económico, social y estabilizador en nuestra economía. Somos partidarios del libre comercio, y tenemos que diversificar nuestra producción de materias primas con valor agregado (nuevas tecnologías e innovación).
4. Impuestos. Necesitamos un sistema fiscal más sencillo, transparente y justo.
Esto significa una política fiscal de responsabilidad, y al mismo tiempo, que alivie la carga impositiva de la clase media.
5.Salud.Por una vida larga y sana.
Queremos un sistema mixto de salud; un sector público fuerte, con el financiamiento adecuado para atender al grueso de la población de la clase media y los sectores más vulnerables. Y un sistema privado para aquellos sectores que puedan acceder libremente a esa atención.
Hoy es fundamental tener una atención primaria, enfocada en lo local, que pueda trabajar en la prevención en todas las edades: jóvenes, adultos y personas mayores; y con un sistema de urgencias para las fragilidades de la vida que se presentan en cualquier momento.
Es fundamental prestar una atención específica a la salud mental de las chilenas y chilenos, y también un sistema de cuidados para todas las situaciones de las personas, en su sitio, en distintas etapas y condiciones.
6.Vida y Vivienda en la ciudad y en el campo.
Queremos fortalecer la vida en las zonas urbanas y rurales.
Queremos una buena vida en la ciudad, con un modelo que vaya a una coexistencia equilibrada de vida, vivienda, trabajo, educación, salud y cultura; gastronomía, espacios públicos, desarrollo urbano inteligente con ciclovías y v transporte público, para que todo ello ayude a la cohesión social. Con políticas de vivienda para los sectores carenciados y sectores medios; con ayuda del Estado, con espacios públicos y diseños urbanos amables y seguros, y con iluminación adecuada.
Queremos una buena vida en el campo. Deben existir buenos servicios municipales, sobre todo en asistencia sanitaria básica, tales como agua potable, basura, desechos, aguas servidas, luz eléctrica y caminos; acceso a la educación, servicios e infraestructura digital.
Queremos que más personas puedan convertirse en propietarios de su vivienda, y por ello, queremos introducir desgravaciones en el impuesto de herencia; para la primera vivienda familiar, y reducir los costos accesorios a la compra de viviendas.
7. Queremos una jubilación segura.
Debemos asegurar las pensiones a largo plazo para las distintas generaciones, atendiendo las distintas condiciones particulares de salud; de discapacidad, accidentes, y de permanencia en el trabajo de las personas, asegurando un mínimo de pensión garantizada universal. Tenemos que tener también mayores condiciones, atractivas y de flexibilidad, para los adultos y los adultos mayores.
Tenemos que propiciar que este sea un país de propietarios, para que todos los adultos que lleguen a la jubilación cuenten con su casa propia pagada y sin deudas, donde vivir seguros y con estabilidad; y tomar medidas impositivas respecto de sus casas, para la exención o pago adecuado de las contribuciones de bienes raíces, atendidas sus condiciones particulares.
La capitalización individual debe contar con flexibilidades y beneficios tributarios, para que también se pueda tener un patrimonio accionario que permita una variable en la posibilidad de obtener un ingreso adicional al momento de jubilarse, conjuntamente con la pensión.
8. Por una actividad agraria preparada para el futuro.
Nuestro principio rector es la agricultura campesina, arraigada localmente. Ellos nos proporcionan alimentos sanos y seguros, junto con viticultores y pescadores. La seguridad alimentaria es la base de nuestra independencia, y la sostenibilidad de la agricultura y la silvicultura debe evaluarse objetivamente. La protección del medio ambiente, y de la naturaleza, sólo funcionan en armonía con la agricultura. El bienestar animal necesita seguridad jurídica y transparencia. Y tenemos que comprometernos con el comercio agrícola libre y justo.
El Estado debe tener una política de apoyo a la agricultura familiar campesina, y a las pequeñas y medianas empresas que introduzcan procesos de industrialización y tecnologías.
9. Una sociedad pluralista y diversa.
Las sociedades modernas son hoy día multifacéticas, en un mundo globalizado con distintas culturas, distintas manifestaciones, orígenes, y manifestaciones religiosas. Valoramos, en consecuencia, el pluralismo y la diversidad en su más amplia acepción, y con la más amplia libertad; con el respeto al prójimo en una sociedad solidaria y colaborativa, incluidos los pueblos originarios con sus cosmovisiones ancestrales.
El estado debe ayudar y propiciar a las manifestaciones culturales en sus distintas vertientes, a nivel nacional, regional y local.
10. Somos el partido de lo local. Vivan los municipios.
Los municipios son la puerta de entrada del Estado. Son la primera puerta que toca la gente común y corriente, que vive a lo largo de Chile, cuando tiene algún problema y necesita de la administración pública. El alcalde y los concejales son las autoridades que tienen directa vinculación con las chilenas y chilenos y sus organizaciones más cercanas, como son las juntas de vecinos, los clubes deportivos, los adultos mayores, las postas y centros de salud. En fin, los problemas de la ciudad y del campo.
Tenemos que apostar por fortalecer a los municipios; darle más facultades para administrar su comuna, para que tengan el financiamiento adecuado y los profesionales pertinentes para realizar sus proyectos. De esta manera, la base de la sociedad descansará sobre cimientos sólidos, que es el rol que cumplen los municipios.
Los municipios, además, cumplen un papel central en la cultura y la cohesión social de las distintas comunidades. Por eso deberían existir muchos municipios, y el Estado debería preocuparse de tener, en el Ministerio de Interior, un departamento de estudios que pondere todas las variables para crear nuevos órganos de este tipo, que cumplen funciones tan vitales en la base de la sociedad. Los municipios están en los lugares más recónditos del país.
11.Un Estado Moderno.
Queremos un Estado servicial; el Estado no fue creado para sí mismo, sino para servir a sus ciudadanas y ciudadanos.
Queremos un Estado que funcione, que aprenda; un Estado a prueba de crisis; un Estado que sea más rápido; que las autoridades sean más accesibles al ciudadano. Un Estado donde lo digital debe ser norma. Un estado menos burocrático.
No necesitamos más, sino mejores leyes. Apostamos por la administración basada en datos; los gobiernos y las autoridades deben ser más ágiles, y que se revisen exhaustivamente sus tareas. Necesitamos un Estado con probidad y con transparencia.
12. Queremos dejar un mundo mejor.
Pensamos la política desde la sostenibilidad. Tenemos que tener políticas de protección del clima; esto asegura los medios de subsistencia. Apostamos por un suministro energético seguro, limpio, asequible y tecnológicamente abierto; debemos apostar por la innovación energética con energías limpias. Debemos estar atentos y apostar por las tecnologías del futuro, donde nuestras empresas sean competitivas en el mundo digital y de la inteligencia artificial. La conservación de la biodiversidad es tarea de la humanidad; estamos por la preservación de los océanos como ecosistemas resistentes. Queremos salvaguardar los servicios que presta la naturaleza; el agua limpia es nuestro mayor activo. Queremos que el agua y la tierra se utilicen de manera sostenible, así como garantizar un trato responsable con los animales.