Por: Víctor Nain Leal
¿Cómo se organizaban los mapuche en la antigüedad? Es una pregunta que aún no ha sido respondida con claridad, porque para tener información previa a los siglos XVI y XVII, existen varias dificultades; en primer lugar, por la carencia de documentos o fuentes tempranas sobre este tema, en segundo lugar, porque los españoles usaban distintos términos para referirse al sistema de organización mapuche, en tercer lugar, porque muchas de las terminologías de los españoles (tribus, caciques, levos o cacicazgos) no coinciden con las terminologías usadas por los propios mapuche (Rewe, Ayllarehue, Meli witran mapu, Lofche), y por último, porque en la tradición oral mapuche no quedan testigos vivos que nos hablen de los períodos más antiguos, o porque los relatos que quedan en la memoria de las generaciones vivas, solo conservan el registro de los hechos vividos hasta la cuarta generación (amnesia social).
En términos simples, una estructura social es un conjunto de individuos que comparten una cultura y conviven de acuerdo a normas en común, es decir es un sistema de organización social que otorga identidad a un grupo y esto va cambiando a través del tiempo por distintos hechos históricos, sociales y políticos.
Bernardo de Havestadt (1714 -1788) en el siglo XVIII dijo que los mapuche antiguos se organizaban en los llamados Cúga (Künga) que eran los mismo que los clanes, y esto servía para establecer una filiación común, es decir diferenciarse entre las familias desde la costa hasta la cordillera, los principales Künga eran: Antü, Amuchi, Kactren, Kalquin, Kurra, Diucako, Entuko, Grú, Huercuhue, Yañi, Yene, Luan, Linqui, Vilcún, entre otros. Tomas Guevara en su libro Las últimas Familias i Costumbres Araucanas (1913) trata de realizar una reconstrucción histórica de la estructura familiar mapuche a partir de las relaciones de parentesco (consanguíneas o por alianza), y nos da luces, para comprender el cómo estos vínculos determinan el derecho de la propiedad y herencia (tenencia de la tierra).
350 años después del enfrentamiento entre españoles y mapuche en el cerro Huelen (1535), el Estado chileno consolida la ocupación del territorio mapuche y ejecuta la política de reducciones y se busca radicar (1884-1927) a los mapuche en territorios específicos, esto viene a cambiar totalmente su organización social. Antes de la radicación el mapuche era exclusivamente patrilocal y neolocal, es decir el hijo varón establecía ruka aparte cuando contraía matrimonio y la hija debía abandonar la ruka de su padre para irse a la de su esposo.
La merced de tierra era para toda la familia extensa dependiente del lonko y no su propiedad individual, instalándose de forma incipiente un concepto de comunidad en un lugar delimitado geográficamente. El mapuche para el siglo XIX, ya tenía el concepto de usufructo comunal e individual, pero no el de propiedad territorial, ya que con la merced de la tierra establecida por el Estado de Chile, se introdujo el concepto de propiedad y tierra comunitaria dentro de la estructura social mapuche.