Por Emilio Orive plana
Crítico opinante
Tuve una discusión bastante áspera, por watsap, con la concejala del equipo municipal en ejercicio, por un problema acaecido a una adulto mayor que reclamó por la contaminación que causaba una persona que hacia pulido de vehículos enfrente de su casa, contribuyendo además, del ruido insoportable a esparcir el polvillo que generaba el pulido con las consecuencias graves para la adulto mencionada que sufre una grave afección respiratoria.
Reconozco que fui algo grosero al poner en tela de juicio la labor social que dice ejercer la concejala en beneficio de la gente mayor pero, mi cuestionamiento tiene que ver con que muchas veces la solución de los problemas consiste en saltarse los engorrosos protocolos que significa la papelería burocrática en una carpeta bajo el brazo o el mencionar que tal o cual cosa no se puede hacer porque lo prohíbe el decreto número tanto. A mi parecer la solución pasa por hablar directamente con las personas involucradas en el conflicto y no dilatar el problema planteando soluciones inútiles como la que propuso otro avispado funcionario municipal proporcionando por watsap, el teléfono del departamento sanitario de Nueva Imperial que, supuestamente es que soluciona esos problemas.
Déjenme decirles amables lectores que, si no fuera tan serio el caso nos reiríamos juntos del chiste y como quiero seguir empujando el columpio de la señorita concejala, me gustaría preguntarle: ¿Si se enteró de la grave situación que vivieron tres adultas mayores sin poder salir de sus casas, por dos meses, porque una empresa contratista estaba reparando la acera, entre Villagrán y Almagro sin concederles un paso de servidumbre, como lo indica la ley? También me gustaría preguntarle si ¿Conoce el número de adultos mayores que llegan a Carahue, diariamente a las oficinas pagadoras, notaría, hospital, etc.? Estoy seguro que no lo conoce pero, yo sí, porque me he dado el trabajo de contarlos y tengo que decirle que de Lunes a Viernes llegan a nuestro pueblo un promedio de quinientas personas de la tercera edad, por diversos motivos a los cuales y vengo diciéndolo hace un par de años por este mismo medio, se le maltrata desde el momento que pisan Carahue, teniendo que caminar por la calzada esquivando la presencia en el lugar de un carro ilegal expendedor de comida, corriendo el peligro de ser atropellados, porque no tienen otra parte por donde desplazarse a no ser que lo hagan por un trozo de pavimento en mal estado que allí existe con el peligro de romperse una pierna como ya le pasó a una persona con bastón que le tocó irse en ambulancia, directo al hospital, pero yo entiendo que esto no sea preocupación prioritaria para la concejala sino recolectar legajos de papeles con decretos que a mi juicio nada solucionan.
Lo realmente valioso para los vecinos y vecinas, como ella dice, es el trabajo de calle y así podría ver, en terreno, las carencias de» los viejitos».
Como ya estoy embalado y aunque no venga al cuento, me gustaría sugerir al cuerpo edilicio, en general que, por favor, vengan a darse una vueltecita por «La catedral del perro» o Terminal de buses como se le ha dado en llamar, para constatar la inmundicia acumulada en los tres años de vida de dicho rodoviario y no estoy exagerando porque hay basura acumulada con data de tres años entre los asientos para descanso de los pasajeros porque que nadie ha encontrado la solución para extraerla, exclusivamente por un error de diseño.
Como sigo embalado, quiero hacer una sugerencia para los funcionarios de Seguridad ciudadana a los que, según el decir de la gente, solo se les ha visto engordar a bordo de sus autos o mejor, al Departamento encargado del servicio que si no se hizo en la temporada turística, todavía es tiempo para destinar, los Domingo a un par de funcionarios, como bandereros, uno a cada lado del puente con sus respectivos walkie talkie para regular el caos vehicular que allí se forma por la gran cantidad de autos con destino y de regreso de la costa.
