Una multitudinaria despedida le brindaron personas que llegaron hasta el Velatorio Muñoz de Avenida República en Nueva Imperial, provenientes de las comunas de Nueva Imperial, Carahue, y lugares aledaños de donde residía Héctor Allende Ponce en el sector de Las Araucarias en la comuna de Carahue, tales como Tres Hijuela, Chanquín, entre otros sectores rurales.
Desde tempranas horas acudieron al velatorio para despedir a uno de los suyos, quien falleciera el domingo producto de las graves quemaduras del ataque incendiario que su familia sufrió hace dos semanas en su propiedad, cuando desconocidos y encapuchados armados llegaron de madrugada a su terreno en Villa Las Araucarias. Donde su esposa Delia Flores resultó gravemente lesionada y permanece desde entonces internada en el Hospital Regional Hernán Henríquez Aravena de Temuco.
Cerca de las 11 horas fue retirada la urna con los restos mortales de Hernán Allende Ponce, para dirigirse el multitudinario cortejo fúnebre por Avenida República, continuando por Avenida Los Alerces hasta llegar a su última morada, quedado sepultado en el patio nuevo del Cementerio Municipal de Nueva Imperial.
Al interior del camposanto, la sobrina Maritza Sanhueza en representación de la familia agradeció el apoyo y todas las muestras de cariño que recibieron desde el mismo momento que ocurrieron los fatales hechos. “En este momento tan triste para la familia, quisiera agradecer a todos los que nos han apoyado en este momento tan trágico, y que nos han acompañado. Ahora nos queda reponernos y seguir como familia adelante, pidiendo a Dios que los malditos que hicieron esto paguen tanto por la justicia terrenal como la celestial, mi tío era una muy buena persona, muy cariñosa, siempre andaba haciendo bromas, con el humor a flor de piel, muy caritativo, humanitario, en fin, todo lo que tiene una buena persona”, señaló la sobrina.
“Que usen todos los medios tecnológicos que la policía tiene para que puedan encontrar a los encapuchados, esto ya está pasando todos los límites, y no queremos que sigan ocurriendo hechos que lamentar, acá ya parece lugares sin Dios ni Ley. ¿Cómo es posible que estas personas ande haciendo lo que a ellos quieran? Le pedimos a todos los estamentos policiales que busquen a estos individuos, y paguen por esta tremenda maldad, acá es pura maldad, si mi tío era un pequeño agricultor”, concluyó Maritza Sanhueza, sobrina de Hernán Allende Ponce (Q.E.P.D.).