Una caravana vehicular por las principales calles de la ciudad y un servicio religioso en el gimnasio Chile España clausuraron las actividades organizadas por el Consejo de Pastores para conmemorar el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y protestantes en Nueva Imperial.
La fecha fue instaurada por el Gobierno el 2008 y recuerda el hito protagonizado por el monje alemán Martín Lutero, quien el 31 de octubre de 1517 emprendió la Reforma Protestante luego de clavar las 95 tesis en la iglesia del palacio de Wittenberg.
Celebración
Los creyentes imperialinos se congregaron la tarde del jueves 31 en avenida Los Alerces desde donde desfilaron hacia el centro con bocinazos y portando emblemas evangélicos. Luego se unieron a la media vigilia que inició pasadas las 21 horas en el gimnasio Chile España.
En la ceremonia participaron pastores y fieles de las zonas urbana y rural con cánticos, oraciones y reflexiones sobre la efeméride.
Una de las fieles que siguió con fervor el momento fue Lourdes Vásquez, quien habitualmente vive su fe en la iglesia Ministerio de la Reconciliación. Para la mujer, esta conmemoración reavivó la defensa de las convicciones religiosas y el compromiso con las temáticas valóricas. “En la Iglesia evangélica respetamos lo establecido por Dios, sus leyes, decretos y buscamos siempre al Señor. Hace unos días participamos en la marcha en Temuco con una presencia hermosa donde protestamos contra la ideología de género y el aborto. Nosotros estamos por las 2 vidas, porque eso es lo establecido por Dios. Si respetamos eso el Señor siempre nos va a bendecir, ya que cuando una Nación saca esas leyes siempre hay catástrofes, vienen terremotos, diluvios, huracanes, como sucede en otros países”, señaló.
Por su parte, Absalón Bustos (23) de la congregación de las Asambleas de Dios, precisó que el Día de las Iglesias Evangélicas es una oportunidad para ratificar el mensaje de misericordia a la sociedad. “Dios nos mandó a predicar el amor de Cristo a aquellos pecadores para que se arrepientan y se acerquen a Cristo. El mensaje de la Iglesia no debería ser enjuiciador, sino de amor para que las personas no nos vean como entes que juzgan a todo el mundo; debemos predicar el mensaje de amor y misericordia, porque así lo mandó Cristo”, aseguró.