Ayer miércoles 12 de agosto desde tempranas horas, mapuches de diferentes comunidades se agolparon en el frontis del Módulo de Medicina Intercultural del Hospital de Nueva Imperial, con la finalidad de esperar el fallo de la Corte Suprema, con respecto al recurso de amparo presentado por la Defensoría Penal en relación al cumplimento alternativo de penas, amparado por el Convenio 169 de la OIT. Esto en favor del machi Celestino Córdova, además de los presos que se encuentran en huelga de hambre.
Señalar que, la Corte Suprema debe resolver la apelación del machi Celestino Córdova, que debido ayuno, que ya cumplió 100 días, su salud se encuentra deteriorad. Por tal razón la Segunda Sala de la Corte Suprema escuchó los alegatos del recurso de amparo deducido en favor de Celestino Córdova por parte de la Defensoría Penal Pública, solicitando la sustitución del cumplimiento de la pena; privación de libertad por el arresto domiciliario total en su rewue, por un periodo de seis meses, debido a la crisis sanitaria. Esta apelación fue presentada a la Corte Suprema, luego de haber sido previamente rechazada por el Tribunal de Alzada. La Suprema dejó “en acuerdo” el recurso interpuesto, por lo que los ministros del máximo tribunal tienen un plazo de 24 horas para dar a conocer su decisión.
Por otra parte el machi, en un audio confirma su postura de la radicalización, anunciando que retomará la huelga seca y que está dispuesto a dar su vida inclusive, sintiéndose orgulloso de aquello. Este mensaje surge luego de la reunión que sostuvieron la semana pasada sus vocerías con representantes del Ministerio de Justicia, sin que fuera posible destrabar el conflicto.
Este mensaje, según sus propias palabras, va destinado a la sociedad no mapuche y mapuche. “A todos los pueblos del mundo que luchan por sus propias creencias, territorios, libertad, derechos y dignificación, en la búsqueda del equilibrio natural”, acusando que “tristemente”, no ha habido mayor conciencia al respecto.
Acotó que su mensaje son palabras de despedida previas “a mi sacrificio, por lo que para mí será un orgullo dar la vida por mi pueblo mapuche y por nuestra creencia espiritual”.
Celestino Córdova está condenado a 18 años de cárcel por el delito de incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay, el cual ocurrió en enero de 2013.