“Geometría Ancestral Mapuche” fue el nombre del proyecto desarrollado en Temuco por la docente de matemáticas, Marisel Hueche Caifual, y el docente del Área Diseño e Industria Digital, Jaime Alarcón Navarro, de Inacap, quienes dieron cuenta de la forma en que las matemáticas pueden conectar con diferentes disciplinas, en este caso, con el conocimiento ancestral mapuche.
Este proyecto combinó la riqueza cultural mapuche presente en la Región de La Araucanía, con la geometría y el diseño. Para ello, contaron con el apoyo de Fundación Chilka, entidad que agrupa a 690 ngürekafe (tejedoras) de 88 comunas del país, quienes se coordinan mediante plataformas multimediales e innovadoras, así como en encuentros nacionales llamados Koneltun Residencia Textil.
“En Fundación Chilka siempre buscamos asociar y compartir el conocimiento heredado de nuestros ancestros mapuche en un clima de respeto y responsabilidadcon instituciones que están a la vanguardia en temas ambientales, sociales, tecnología, educación, entre otros, porque creemos que nuestros conocimientos de origen milenario tienen mucho que aportar al mundo actual”, explicó Ariel TraipiHuilipan, presidente ejecutivo de Fundación Chilkay diseñador gráfico, exalumno de INACAP Temuco.
Simbología mapuche
Los docentes de Inacap Temuco, Marisel Hueche Caifual, y Jaime Alarcón Navarro, señalaron que “la idea era que los estudiantes pudieran ver que las matemáticas están vinculada al diseño, de una manera más contextualizada, y en un aspecto propio de la región. Entonces, nació la idea de analizar la simbología presente en los telares mapuche desde el ámbito del diseño y desde las matemáticas”.
“Hemos podido comprobar que estos símbolos no son solo dibujos, sino que tienen una trascendencia, un valor filosófico o un significado espiritual para la cultura, que también lo recogimos nosotros cuando nos acercamos a las tejedoras y a Ariel. No son sólo símbolos geométricos, tienen un significado más allá de lo que nosotros podemos conocer”, indicaron los académicos, agregando que “un telar no sólo está compuesto por formas y colores, es el reflejo de una forma de vivir, de manifestar sus emociones, sus sentimientos, representa el conjunto de vivencias que tiene el pueblo mapuche”.
Conocimiento ancestral
Patricia Huinca, machi y tejedora del territorio de Cholchol, una de las tejedoras mapuche que participó del proyecto, agregó que este proyecto fue muy bueno, “porque cada descubrimiento y conocimiento que se compartió fue un aporte para todos, tanto para las tejedoras como para los académicos. Fue interesante que se estudiara desde la geometría, las matemáticas, estos diseños que provienen de nuestros antepasados, y que nosotras siempre hemos conocido, pero que no habíamos analizado de esta manera”.
Por su parte, Marta Huitraiñan Aillapán, tejedora del territorio de Carahue, destacó la importancia de llevar estos conocimientos a las universidades. “Estas son técnicas que aprendemos desde niñas y que no habíamos analizado con tanta profundidad como lo hicieron los profesores del Inacap. Ellos nos visitaron, conocieron nuestro trabajo y luego lo compartieron con los jóvenes que asisten a la universidad. Esto es importante, que nuestra cultura -que se estaba perdiendo- llegue a toda la sociedad, para que nos ayuden a rescatarla”.
Cabe señalar que se ha calculado que el ngüren, la técnica textil mapuche, tiene más de dos mil años de antigüedad y está presente en todo el sur de Chile (Ngulumapu) y Argentina (Puelmapu), correspondiente al antiguo territorio mapuche precolombino, también conocido como Wallmapu, donde estos rasgos culturales persisten a pesar de los efectos de la colonización y ocupación de estos territorios entre los siglos XIX y XX.