El Estadio Municipal de Teodoro Schmidt se transformó en una fiesta total desde la inauguración que congregó a autoridades regionales y locales; hasta la noche con la explosiva energía de Súper Ritmo 7, que hizo bailar a todos al ritmo de la cumbia, y con el poderoso tributo a Los Prisioneros de la Banda San Miguel, que encendió los corazones con los himnos inmortales del rock chileno.
Continuó el domingo con una noche inolvidable se vivió en el Estadio Municipal de Teodoro Schmidt, donde la gastronomía, y la música se fusionaron en una verdadera fiesta de dos días.
La jornada inició con El Ballet Folklórico Municipal Wangulen que deslumbró con una puesta en escena vibrante, mostrando la riqueza cultural de la localidad. Las risas no faltaron gracias al inconfundible humor de Paul Vásquez, «El Flaco», quien conquistó al público con su carisma y ocurrencias.
Pero la fiesta apenas comenzaba: más de 10.000 asistentes vibraron al ritmo de Los Peregrinos del Amor, preparando el terreno para un cierre espectacular con la cumbia ranchera de Los Charros de Luchito y Rafael que hicieron disfrutar a los asistentes hasta las una de la madrugada.