El presidente de CORMA Araucanía releva el rol que está cumpliendo la industria forestal en el control y combate del COVID-19, destacando que en la región de la Araucanía, se han preocupado en primera instancia, de las cerca de 35 mil personas vinculadas a estas labores.
No han sido semanas fáciles para nadie, tampoco para la industria forestal que, en la Araucanía, se posiciona como la más robusta e importante en materia económica. Aporta el 55% de las exportaciones de la región y, en el último mes, se ha vuelto más vital su desempeño ya que, por ejemplo, más del 80% de la producción total país de celulosa que se destina al mercado interno tiene como destino productos esenciales. Algo similar ocurre con la producción de madera para el mercado interno que provee de embalaje para alimentos. Así lo destaca Alejandro Casagrande, presidente de Corma Araucanía, gremio que reúne al rubro forestal.
Y agrega que “seguir operando ha significado, un gran esfuerzo para nuestros trabajadores y empresarios, lo consideramos un gran aporte tanto para el país como la región, no olvidemos que 1 de cada 6 familias en nuestra región percibe ingresos provenientes de la actividad forestal, son aproximadamente 35 mil puestos de trabajo, directos e indirectos.”
¿Cómo ha afectado, en general, la crisis del coronavirus a la industria forestal regional?
Las empresas del sector han actuado preventivamente y eso ha significado priorizar el cuidado de sus trabajadores, estableciendo turnos alternados, realizando el trabajo administrativo mediante teletrabajo, disminuyendo la “densidad” de trabajadores en los diferentes procesos para favorecer el distanciamiento social, estableciendo transporte hacia y desde las faenas con menos pasajeros, aplicando protocolos sanitarios en las plantas y faenas en el bosques y aplicando detenciones tipo “cuarentena”, por 14 o 15 días. Ciertamente, esto implica trabajar y producir a un menor ritmo. No estamos operando en forma normal, pero tenemos muy claro que vivimos una emergencia que se ha sentido muy fuerte en nuestra región y que debemos extremar los cuidados y apoyar las medidas sanitarias.
¿Qué medidas se han tomado para cuidar a los trabajadores forestales?
Desde el primer día hemos estado atentos a generar protocolos internos y luego hemos ido implementado todas las medidas establecidas por la autoridad sanitaria. Entre las más importantes puedo mencionar una que ya se ha convertido en una práctica habitual en nuestro sector: chequeo diario en ingreso al trabajo donde se toma la temperatura y se realizan las preguntas básicas asociadas a 3 o 4 síntomas del Covid-19; envío a sus casas de los mayores a de 65 años o que tengan algunas de las enfermedades definidas como críticas para el sistema inmune; distanciamiento “social” mayor a 1 metro y uso de mascarillas en todos los procesos, privilegiando el teletrabajo en aquellos en que se puede; y la sanitización diaria y varias veces al día en la entrada de plantas industriales, camiones y vehículos de transporte de personal y la infraestructura de apoyo como villas, campamento y comedores. Con estas medidas hemos logrado un bajo número de trabajadores afectados.
¿Cómo está operando la industria regional para mantener esta cadena productiva?
La actividad forestal y maderera está dentro de las actividades productivas que han sido definidas como esenciales por varios países, incluido Chile, para mantener abastecimiento de productos sanitarios como toallas secantes, pañuelos desechables, papel higiénico, ropa clínica, mascarillas, ropa sanitaria para hospitales, artículos de limpieza, embalajes de medicamentos y alimentos entre otros.
De acuerdo con estimaciones de nuestro gremio, de la producción de la industria de celulosa chilena, el 77% se destina al desarrollo de estos productos esenciales. Esto se agrega a la inmensa contribución que hace nuestra industria para combatir el cambio climático, a través de la captura de carbono y producción de oxígeno que realizan los bosques.
La industria está operando, pero a un menor ritmo y tomando todas las medidas preventivas que señalé, recogidos en protocolos que son aplicados con mucha disciplina en los diferentes procesos. Hay que recordar que antes del coronavirus, ya venía afectada por la menor demanda de algunos productos, entonces esto unido a las medidas preventivas para proteger a su gente, ha generado la disminución de la actividad especialmente en algunos aserraderos.
¿Qué pasa con las pymes madereras, cuál es su situación a la fecha? Sabemos que hay muchos dedicados a la cosecha y plantación.
Las pymes dedicadas a la cosecha han seguido operando, pero afectadas algunas de ellas por las razones señaladas. Las dedicadas a la plantación, debido a la escasez de las precipitaciones, aún no comienzan a trabajar, lo que debiera ocurrir a fines de mes o en mayo.
Debemos tener presente que estamos frente a una crisis sanitaria y también económica, todos estamos siendo afectados. En el caso de nuestras empresas, están enfrentando un impacto en su nivel de operaciones y en su liquidez. Por eso valoramos enormemente las medidas que ha tomado el Gobierno, tanto en proteger a los trabajadores a través del seguro de cesantía, como a las empresas, con el apoyo en financiamiento y reprogramar sus deudas. Estas medidas son imprescindibles para que una vez, pase la crisis sanitaria, el país, las empresas y las personas, retomemos nuestras actividades con normalidad lo antes posible.
¿El transporte forestal se ha visto afectado, demanda, rutas, disponibilidad de conductores?
Hemos visto que el transporte se ha visto afectado en los volúmenes por la menor producción y por cambios de rutas, debido a los “cordones sanitarios” y al bloqueo en algunas ciudades y pueblos, tema este último que se ha logrado solucionar. En relación a los conductores, ellos han hecho una gran contribución con su trabajo, para que nuestra industria “esencial”, siga operando y entregando los productos tan necesarios para nuestra vida, sobre todo en esta crisis sanitaria.
¿En cuánto se han modificado los objetivos que tenía la industria forestal regional para este 2020 con esta crisis?
Las empresas están en ese proceso, analizando el impacto que tendrá el Covid-19 en los diferentes mercados, tanto nacional como internacional y cómo las afectará a ellas. A partir de ese análisis, definirán sus cursos de acción y objetivos para el presente año, de ser necesario.
¿Cómo está apoyando el sector forestal regional para enfrentar esta crisis en la Araucanía?
En la región, nuestros asociados están colaborando, con el compromiso y apoyo de sus trabajadores, en una campaña de sanitización de espacios públicos en municipios y comunidades; también estamos sanitizando los camiones forestales en diferentes sectores de alto tránsito y de acceso a comunas y localidades (18); y se implementó una clínica móvil para La Araucanía, que permite entregar remedios y servicios de salud como vacunación contra la influenza y hacer testeos del Covid-19.
A nivel nacional, el sector forestal privado ha comprometido la producción mensual de un millón y medio de mascarillas quirúrgicas que se entregarán gratis a los servicios de salud de todo el país; también empresas grandes y pequeñas están llevando adelante un plan de sanitización de espacios públicos en más de 50 localidades del sur del país y que se realiza semanalmente y que permite ayudar a prevenir el contagio en plazas públicas, principales avenidas, comisarías, oficinas públicas y recintos municipales, entre otros. Asimismo, nuestros brigadistas forestales por estos días no sólo están dedicados a combatir los incendios, sino que también están colaborando con su trabajo y equipos a las labores de sanitización.
También se han concretado donaciones importantes de ventiladores mecánicos, camas clínicas, insumos hospitalarios, facilitación de recintos como hospitales, entre otros.
¿Qué aprendizajes está dejando esta crisis sanitaria?
Definitivamente y en primer lugar el valor y la importancia de las personas, tanto para el mundo, el país, la región y por supuesto para las empresas. Tenemos que cuidarnos todos.
Que salgamos bien de esta crisis, depende de todos y cada uno de nosotros, de que trabajemos unidos en el objetivo común de derrotar al Covid-19 y que el país salga relativamente bien en la parte económica.
También valorar lo poderosa que es la alianza público-privada en beneficio del país y el compromiso y entrega de los trabajadores de la salud en el cuidado de cada uno de nosotros y por supuesto de los trabajadores del sector forestal, empresas de servicios y asociados de CORMA. Profunda gratitud con todos ellos.