La Cooperativa Gran Lonko nació en el año 2018 y se ubica en la comuna de Lautaro de la Región de La Araucanía, actualmente cuenta con 15 miembros y se dedica a la investigación, desarrollo, selección, cultivo y elaboración de productos a base de Topinambur, una planta nativa de Norteamérica del cual se consumen sus tubérculos y hojas. Además de Chile, el Topinambur se produce en diversos países como Alemania, Israel, Brasil, EEUU, Argentina y Francia, entre otros.
Desde este medio hablamos con Juan Sandoval, fundador de la cooperativa, quien durante años investigó los beneficios de la planta y adquirió sus semillas de un cultivador de la Comuna de los Ángeles. Luego, realizó pruebas y análisis con ayuda de las universidades de la región para sembrar la mejor versión del tubérculo. El proyecto está sustentado por la comunidad mapuche a la que Juan pertenece y de la que toma su nombre, sus integrantes cuentan con experiencia en el manejo agrícola y la industria rural campesina y familiar, y la mayoría ha trabajado con cultivos más tradicionales como la avena, el trigo y otros cereales y leguminosas.
Desde un principio Juan quiso que la producción fuera orgánica porque entiende que este es el futuro de la agricultura. Para esto se preocupó de que las tierras a cultivar no tuvieran residuos químicos y utilizó como fertilizante el Guano Rojo de la empresa Agro Mapu Business y enmienda de suelo, más conocido como silicato de magnesio, de la empresa SIL & MAG de patricia Fonseca de Carahue.“Lo mío es mejorar la agricultura. Hoy es un tremendo problema y la única solución es la agricultura orgánica porque no contamina y el producto es de mejor calidad. Si producimos berris, cereales, tubérculos, toda clase de productos orgánicos, incluso las carnes, hay futuro” asegura.
Si bien la planta de Topinambur es de fácil cultivo, la organización se encarga de la posterior elaboración de una serie de productos para su comercialización como harina que luego es utilizada para fabricar pastas, pan o galletas, o la limpieza y secado de sus hojas para la preparación de infusiones. Gracias a los beneficios de la harina de Topinambur la cooperativa apunta a los consumidores que quieran bajar de peso, los diabéticos, los celíacos o las personas que tienen el colesterol alto.
Juan encuentra las razones del crecimiento de la cooperativa en las redes de apoyo que supo construir: “el apoyo incondicional del Departamento de Agricultura de la Universidad Católica de Chile a cargo de la Sra. Gina Leonelli, una de las universidades más prestigiosas de Chile. El apoyo del Departamento de Innovación de la Universidad de la Frontera de Temuco, que es la segunda universidad más importante. El apoyo de las consultorías que brindaron el apalancamiento para comenzar a trabajar: Agro Mapu Business, Zctokosova, Macroactiva ySIL & MAG. El acompañamiento de la planta CGNA (Centro Genómica Nutricional Agro-acuícola) que es la que cuenta con los laboratorios donde realizamos los análisis a nuestras plantas”. También han trabajado con organismos del gobierno para la elaboración de proyectos y conseguir fuentes de financiamiento, pago de asesorías, desarrollo de planes preliminares, planes económicos, planes de acción y la creación del proyecto denominado “Topinambur Araucanía Creciendo” con el órgano Corfo y el Comité Indígena.