Un nuevo examen teórico para la obtención de licencias de conducir, tendrán los conductores de nuestro país. Se trata de una renovación total en el mecanismo de aplicación del examen el cual comenzará con la licencia clase B, y que será actualizado directamente por Conaset.
Actualmente, el examen es realizado directamente por los municipios, pero desde ahora el test se ejecutará con control directo del Ministerio de Transportes. Para ello, a partir de este mes, se iniciará un pilotaje con el nuevo examen teórico online, el que será instalado en todas las Direcciones de Tránsito del país donde se rinde la prueba.
Este nuevo sistema, llamado Nexteo, o Nuevo Examen Teórico en línea, permitirá al Ministerio de Transportes tener en tiempo real los resultados de los aplicantes, datos como preguntas con más tasa de error, o bien, aquellos temas que presentan alto conocimiento por quienes dan el test.
La aplicación del nuevo examen, traerá consigo otro cambio: se renovarán desde julio los contenidos del Libro del Nuevo Conductor, con énfasis en electromovilidad, ley de convivencia vial, además de revisar acciones a tomar frente a siniestros.
Además, y con el fin de apostar a una mejor comprensión, el nuevo documento también sumará una nueva presentación gráfica, buscando que quienes sean futuros conductores, puedan conocer de forma didáctica aspectos esenciales para manejar un vehículo de forma segura.
El examen teórico de Licencia Clase B es una exigencia obligatoria que todo conductor de vehículo motorizado tiene a la hora de obtener su licencia de conducir. Su aprobación, por tanto, es paso necesario para la prueba práctica, ya que permite probar la existencia de conocimientos de las personas respecto a leyes de tránsito, además de elementos de seguridad y convivencia vial, entre otros.
Actualmente, el examen para clase B incorpora 35 preguntas, de las cuales 3 tienen doble puntuación, con 38 puntos en total. Se exige obtener 33 puntos para la aprobación.
El examen cuenta con un banco de más de 1.000 preguntas para la clase B, lo cual implica que una persona no realiza el mismo test, si tuviera que rendirlo nuevamente. Este dato es relevante, ya que es importante indicar que éstas no están disponibles para conocimiento público. Por ende, quienes ofrecen cursos o test pagados, están cometiendo un ilícito.
